Germán Stiusso, corresponsal de guerra y fotógrafo independiente, llega a la Central Nuclear Atucha 1, la cual se encuentra abandonada hace varios años, para comprobar que continúa contaminando, emanando radioactividad, a pesar de su no funcionamiento.
Mientras investiga la zona, oye numerosas explosiones, y preventivamente desciende a un bunker antinuclear, colocándose una máscara especial.
Estando allí abajo continúan las detonaciones. Caminando a oscuras por el abandonado refugio, logra salir, llegando al pueblo aledaño, el cual ya presenta las consecuencias de las explosiones.
A pesar de su protección antinuclaear, y sus ganas de vivir, cae haciendo un registro hasta último momento de su vida acerca de su investigación, el cual posteriormente, será encontrado por la Secretaría de Inteligencia del Estado, formando parte fundamental de la evidencia del caso Atucha 1.
Mientras investiga la zona, oye numerosas explosiones, y preventivamente desciende a un bunker antinuclear, colocándose una máscara especial.
Estando allí abajo continúan las detonaciones. Caminando a oscuras por el abandonado refugio, logra salir, llegando al pueblo aledaño, el cual ya presenta las consecuencias de las explosiones.
A pesar de su protección antinuclaear, y sus ganas de vivir, cae haciendo un registro hasta último momento de su vida acerca de su investigación, el cual posteriormente, será encontrado por la Secretaría de Inteligencia del Estado, formando parte fundamental de la evidencia del caso Atucha 1.
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